La verdad, no se si esto es una declaración de amor,
de dolor, de vida... Pero lo hago por ti, porque yo se que sufres y no soporto
ver a nadie pasándolo mal, me denomino a mi mismo un enviado de Dios, un ángel
enviado por Dios para repartir felicidad y sonrisas entre todas las personas
que pueda. Se que desde hace un tiempo lo estás pasando mal, muy mal, aunque lo
niegues, tus muñecas no paran de chillarlo. Te sientes distanciada, las que
antes eran llamadas 'tus amigas', hoy se ríen de ti a tus espaldas, pero es
fácil, están todas muertas de envidia porque las encantaría ser un cuarto de lo
que eres tú, ¿por qué crees que no te critican a la cara?. Ves a esa, la
'cabecilla' del grupo, está muerta de envidia por esos ojitos que tienes que
levantan pasiones como bajan esperanzas. No te voy a decir que te enfrentes a
todos ellos y ellas, solamente te voy a pedir que nunca dejes de sonreír, por
mucha mal que venga, nunca, pero nunca, dejes de sonreír, se feliz, que
bastante corta es la vida como para pasarla triste, y aunque pienses que si,
nunca estarás sola.
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